lunes, 2 de enero de 2012

Museo Rafael Coronel, Zacatecas.





























Creo que cuando dicen México mágico tienen razón.  Mi último viaje del año fue a Zacatecas, una ciudad de arquitectura colonial que se desarrollo gracias a la minería.

Lo que ahora es el museo Rafael Coronel fue un convento construido por los franciscanos,fundado en 1593, posee la fachada de tipo barroca salomónica más antigua de la ciudad.  Después de que los monjes franciscanos fueron obligados a abandonar la construcción en 1857, se convirtió en una vecindad que se fue deteriorando hasta ser inhabitable. Más tarde otras personas se apoderaron de ella y comenzaron a desmantelarla para vender el material como piezas de mampostería. Finalmente en 1987 el gobierno se hizo cargo de ella y al no poder restaurarla por falta de información, se hicieron trabajos de jardinería y se acondicionaron algunas salas como museo.
Rafael Coronel y su hijo, Juan Coronel, donaron su obra para la creación de lo que ahora es el museo.

Al pasear por esta construcción que ha sido levantada y destruida, por tantas manos, me hace preguntarme que será de los edificios que hacemos ahora. ¿Serán vendidos como piezas algún día? ¿Como reliquias o como piezas sin valor?
México es un país hermoso lleno de historias y lugares como este. Cuando visité el Cielo, hace algunos años, nuestra guía nos hizo leer el juramento del viajero donde decía que la única marca que dejaríamos serían nuestras huellas y el único recuerdo que nos podríamos llevar serían las fotografías.  Es algo que me repito cada vez que voy a cualquier lugar.

Conservar es una de las tareas más difíciles.

- Mónica Vega. 

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